- lipsclementine
¿Cómo escribir erótica feminista?
Actualizado: 16 jul
¿Te interesa cómo se representa la sexualidad femenina en las series contemporáneas y el impacto que eso tiene en las mujeres de carne y hueso? Pues entonces te va a encantar A volantazos: sexualidad femenina en las series, mi nuevo libro. En él analizo qué ideas sobre la sexualidad de las mujeres aparecen en Sex Education, Élite, Fleabag, etc. y cómo eso construye la narrativa de la sexualidad de las espectadoras. Como ya sabes, es un tema que me apasiona, que trato en mi blog y sobre el que me informo continuamente, así que este libro es un sueño hecho realidad.
El ensayo va a salir con Libros.com, una editorial que se basa en el crowdfunding: antes de sacar el libro se aseguran de que es rentable y que lograrán recaudar al menos lo que cuesta producir un libro. ¡Por eso necesito tu ayuda!
Al aportar (hay varios niveles y puedes elegir el que más te interese), recibirás sí o sí al menos una copia del libro una vez este salga a la luz (en el que comento esta misma película además de otras producciones culturales más modernas), y quizá más recompensas dependiendo del nivel que elijas. Ojalá contar contigo :)

Desde la publicación de 50 sombras de Grey de E. L. James la erótica, y más el concepto de "erótica feminista" está en boca de todos, o más bien de todas. La erótica ha sido un género consumido por mujeres de manera abrumadora, puesto que los hombres suelen consumir más pornografía que erótica. Esta es ya una señal de los mundos paralelos en los que vivimos mujeres y hombres en cuanto a la sexualidad se refiere, pero eso es tema de otro post. Hoy vamos a hablar de la erótica feminista: ¿existe? Y si existe, ¿qué condiciones ha de tener?
Las feministas nos pasamos el día esclareciendo si tal evento, tal libro, tal película es feminista o no (yo misma lo hago todo el rato en este blog). Y aunque quizá no es la tarea más emocionante del mundo, creo que es muy importante, puesto que continuamente nos intentan colar como feministas cosas que no lo son. Si nos lo creyéramos sin que nadie hiciera un análisis al respecto, se desvituaría el feminismo y acabaríamos haciendo las patriarcalidades de siempre pensando que estamos ayudando a las mujeres.
Esclarecer lo que es o no es feminista puede ser complicado porque hace falta bastante conocimiento teórico para lograr ver a través del patriarcado (conocimiento que no debería estar limitado a leer sobre sexualidad feminista, sino que debería extenderse a todos los campos del feminismo, porque todo lo que nos impacta como humanas nos impacta como seres sexuales). También es difícil porque el feminismo es un movimiento relativamente joven y en constante remodelación y avance. Yo misma considero machistas o perjudiciales para las mujeres cosas que hasta hace unos meses creía que eran feministas. El aprendizaje nunca acaba.
Por eso hoy hablo con la perspectiva de la Clem de febrero de 2023, que puede ser radicalmente distinta a la perspectiva de la Clem de cuando sea que estás leyendo este post. Aun así te invito a leerlo, porque sin duda hacerlo con perspectiva crítica te ayudará a evaluar si lo que digo tiene sentido o no, y afianzar tu opinión o considerar otras distintas, que nunca viene mal. Pero ahora, al tema.
¿Existe la erótica feminista?
Si existe la erótica feminista es una pregunta difícil. Teóricamente, sí existe. Libros eróticos como Zorras de Noemí Casquet, Todo lo que somos tú, tú y yo de Devermut o mis propios libros se anuncian y venden como tal.

En mi experiencia, sin embargo, ningún libro (¡ni siquiera los míos!) son perfectamente feministas. Sí son, sin embargo, menos machistas. No creo que exista por ahora la perfecta feminista porque ser feminista es difícil en un mundo que te pone la zancadilla continuamente. No creo que debamos o podamos exigirle a alguien que sea la perfecta feminista tampoco, sino que debemos elaborar nuestra propia perspectiva crítica para poder aceptar la información útil que cada cual nos ofrece y rechazar aquella con la que no estamos de acuerdo (¡argumentadamente!) sin tener que, de manera absolutamente simplista, cancelar o rechazar todo lo que alguien dice porque no estábamos de acuerdo con una cosa.
Los libros eróticos menos machistas son el camino que debemos recorrer para poder llegar a un libro erótico feminista algún día. Por eso es importante que los leamos siempre con actitud crítica y que los utilicemos dentro de lo posible para entender nuestra sexualidad y nuestras fantasías y entender si nos hacen bien o no. Una gran manera de hacer esto también es escribir nuestros propios relatos y después releerlos para ralentizar nuestros pensamientos y poder cuestionarlos con tranquilidad, siempre con el objetivo de quererse mejor a una misma.
La erótica escrita por mujeres
Muchas veces se nos vende la historia de que si una historia erótica ha sido escrita por una mujer, es feminista. Esta idea es falsa (no todo lo que hace una mujer es feminista) y nace de la concepción del feminismo como un movimiento que únicamente busca que las mujeres hagan lo que quieran. Sin embargo, el feminismo busca también liberar a las mujeres del yugo mental que supone la ideología patriarcal que condiciona cómo piensan y qué desean. Por lo tanto, que una mujer escriba erótica no hace a esa erótica feminista.

Pero, por otro lado, es innegable que el hecho de que 1) una mujer escriba, y 2) escriba sobre sexo es un avance. Históricamente los autores conocidos han sido hombres, también en el mundo del erotismo. Pero ahora las autoras más conocidas son todas mujeres: E. L. James, Megan Maxwell, Sylvia Day, Elisabet Benavent, Noemí Casquet, etc. De hecho, 50 sombras de Grey de E. L. James (y para mí Valeria de Elisabet Benavent) cambiaron el panorama en la época contemporánea: las mujeres también podían escribir sobre sexo y las mujeres también teníamos libido e interés por la sexualidad.
A través de las obras de estas mujeres se han logrado cosas en la sexualidad femenina de las que antes ni siquiera se hablaba, o por las que nadie se preocupaba, porque se pensaba que la sexualidad "no era tan importante para nosotras". En ese sentido les debemos mucho:
Les debemos que existan libros que exploran las relaciones y la sexualidad desde el punto de vista de una protagonista mujer, con la perspectiva de una mujer (machista o no).
Les debemos que las mujeres puedan explorar sus fantasías (machistas o no) en un formato que les guste.
Les debemos que las mujeres hablen más de sexualidad y exijan más en consecuencia.
Les debemos que más mujeres entiendan lo que quieren y busquen eso, con el consecuente aumento de satisfacción sexual y calidad de vida para nosotras.
Les debemos historias donde los hombres nos gusten a nosotras y no a ellos: historias con nuestro hombre "ideal", alto, guapo, en forma, con dinero y con un interés claro en nosotras que abarca más que nuestro cuerpo, y que nos quiera "cuidar" (aunque muchas historias sean problemáticas por lo que se entiende por interés y por cuidados). En otras palabras, a través de los libros se presenta la idea de que las mujeres también tenemos estándares.
Aun así, sus libros muchas veces siguen cayendo en historias profundamente machistas: muchos encuentros se dan sin consentimiento o con un consentimiento forzado más que libre, se erotizan relaciones de maltrato, hay coitocentrismo y se erotiza el poder y la violencia.
¿Cómo escribir erótica feminista?
Se aplica aquí el disclaimer que he mencionado antes: esta es mi opinión a febrero de 2023, y puede cambiar. Pero os voy a dar una lista de temas y trucos que a mí me han servido para reducir el machismo de mis historias:
Escribe tus historias y edita. Edita a fondo todo. Cuando empieces a escribir, especialmente si nunca has escrito o si no has reflexionado tanto sobre tu sexualidad, seguramente tus fantasías y tus relatos sean profundamente patriarcales. No pasa nada, es normal. Nos educan así. Puede que cuando leas tus primeros escritos te avergüences, te quedes en shock con lo que has escrito o te genere mucho rechazo. De nuevo, es normal. Ahora viene lo positivo: siéntate con tus relatos y analiza por qué y cómo has escrito lo que has escrito, y edítalo para eliminar y/o modificar las partes que no te gustan o te preocupan. Cuanto más hagas esto, menos machistas serán tus siguientes historias, porque irás integrando una sexualidad más sana. Como se dice en inglés practice makes perfect.
Recuerda siempre que como mujer feminista, al igual que el movimiento al que representas, tú siempre estarás en constante revisión y remodelación.
En toda historia tiene que haber tensión para que enganche. De dónde viene esa tensión es lo que puede hacer que un relato sea machista o feminista. En la erótica tradicional (y también en algunas obras modernas) la tensión se origina de una diferencia de poder: el hombre tiene más dinero, más experiencia, es más dominante que la mujer. Esto es un gran problema porque situaciones así en la realidad son peligrosas para las mujeres y la ficción normaliza y romantiza estas relaciones. La tensión, sin embargo, puede nacer de muchos otros lugares que no sean una bandera roja gigante. Puede surgir, por ejemplo:
porque viven lejos,
porque se acaban de conocer y están tanteando el terreno,
porque no están segurxs de la sexualidad de la otra persona,
porque están en un lugar inapropiado para mantener relaciones (un restaurante, por ejemplo),
porque les cortan en medio del acto...

Usualmente la historia trata de una mujer insegura que es "salvada" por un hombre muy seguro de sí mismo (o más bien con un ego gigante). La falta de autoestima femenina está en el centro de la opresión de las mujeres, así que para escribir un relato feminista, mi recomendación sería presentar a mujeres con autoestima (pueden ser aun así tímidas o introvertidas), y a hombres con una autoestima sana que no sea puro ego. Esto automáticamente ayudará a descentrar a los hombres de la cabeza y la historia de las mujeres: estas no estarán "locas de amor", sino que podrán evaluar si los comportamientos de su(s) pareja(s) -sexuales- les satisfacen, las humanizan y son en general positivos para con ellas.
Garantizar durante el relato un sexo bueno tanto física- como psicológicamente para la mujer. Este es un punto muy importante y muy incomprendido. El buen sexo no es solo llegar al orgasmo, cosa que en muchos libros eróticos modernos está garantizado (aunque muchas veces de manera irreal). Es también que el encuentro sexual te llene emocionalmente y te sientas mejor una vez ha finalizado, sea el encuentro del tipo que sea. Si te hace sentir sucia, inferior, culpable, asquada, etc. no ha sido buen sexo.
Incluir otras prácticas que no sean la penetración. No digo que nunca pueda haber penetración, pero esta práctica es la menos placentera y la más peligrosa físicamente para las mujeres y está sobrerrepresentada en relatos que supuestamente tratan sobre nuestro placer. Nuestro placer físico, si queremos ser realistas, debería centrar mucho más el clítoris, los pezones y otras zonas erógenas más que el interior de la vagina.
¿Cómo escribir buena erótica?
Escribir es difícil, aunque lo que se escriba sea erótica. Menciono esto porque seguro que mucha gente piensa que escribir erótica es de lo más fácil. Cuando buscamos relatos eróticos no esperamos buena calidad. Mucha gente siente el impulso de escribir sus fantasías y quizá hasta compartirlo, y piensa que con eso vale. Y como pensamos que todo el contenido sexual ha de ser gratis, y estas personas nos lo ofrecen... acabamos consumiendo historias que refuerzan la idea de que la erótica es "baja literatura" y fácil de hacer porque no tenemos los mismos estándares que con otros géneros literarios.
Esto es una mierda como un castillo. Escribir buena erótica es difícil, pero se puede hacer. Existe. Claro que, habrá que pagar por ella. He recopilado algunos trucos para escribir buena erótica que a mí me han servido mientras hacía de las mías:

La erótica no es solo el acto sexual. Esto es muy importante. La pornografía y la sexualidad patriarcal nos han hecho pensar que el sexo es solo meter el pene en la vagina pero, ¡sorpresa! esto no es cierto. El sexo incluye muchas más prácticas, sí, y también incluye emociones y sensaciones, aunque no estés enamorada de la persona con quien te acuestas. Desconectar de esas emociones no es sano. Así que, cuando estés escribiendo, además de describir los actos que suceden, describe las sensaciones y emociones que experimentan tus personajes. Son de hecho esas sensaciones y esos sentimientos los responsables de una excitación profunda en quien lee los relatos.
Hilando con el punto anterior, para que el relato sea inmersivo, hay que aportar más datos además del encuentro sexual. Es decir, tiene que haber un antes, un durante y un después. El "aquí te pillo, aquí te mato" -terrible expresión, por cierto- no funciona demasiado bien en la erótica, especialmente en la feminista, porque no es realista y además es una sexualidad puramente masculina y consumista (suele ser objetificante y a las mujeres nos lleva un tiempo mojarnos y dilatar), ergo no demasiado sana. El antes es especialmente importante puesto que es la parte del relato donde se va construyendo la anticipación, crucial a la hora de excitar a quien lee.
Ten a mano multitud de sinónimos. Si repites todo el rato "tetas, tetas, tetas" te va a quedar un relato muy aburrido y artificial.
Describe escenas que se puedan seguir y que sean realistas (a no ser que hables de seres fantásticos). La gente quiere poder imaginarse en su cabeza lo que está pasando en las páginas que lee. Si lo que cuentas es demasiado confuso o directamente imposible, les cortarás el rollo.
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Espero que este artículo os anime a escribir vuestros propios relatos que os ayuden a tener una sexualidad más sana y disfrutar del proceso. Bye!